Costó que entendiera que sufro de esos molestos pitidos en el oído por "culpa" del fuzz de su guitarra. Pero cuando pilló el significado, sonrió como lo hace un feliz padre de familia y comentó con absoluta naturalidad: "Ah sí, yo también tengo el piiiiiiii en mi cabeza desde hace muchísimos años. Ahí está cuando me voy a la cama. ¡Piiiiiiii!". Después hablamos un poco de música y nos hicimos un par de fotos.
Normalmente, el que está acostumbrado a cazar no suele estar preparado para ser cazado. No es el caso de Kostelich, que además de fantástico guitarrista, capo de Get Hip Records y coleccionista incansable de discos (almacena, dicen, 25.000 vinilos en su casa), es un tipo muy majete.
Jon, Gregg y Teresita |
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