miércoles, 25 de mayo de 2011

George Harrison y Bob Dylan: se cierra el círculo


La vida y la muerte suelen ser caprichosas. También con los músicos. Estos días se celebra el 70 cumpleaños de Bob Dylan y le están cayendo merecidos homenajes por todos los sitios. Hasta el Telediario de La 1 cerró ayer con Cristina Rosenvinge susurrando a Dylan en el Círculo de Bellas Artes.

Pero para quien guste de extrañas casualidades, coincide que en unos meses, concretamente el 29 de noviembre, también se cumplirá el X aniversario del fallecimiento de George Harrison como consecuencia de un agresivo cáncer.

George Harrison era el Beatle más fino, el más discreto, y de largo mi favorito. Tuvo una más que digna carrera en solitario a la altura de Lennon o McCartney; sobre todo, en los primeros años tras la disolución de la banda. En 1970 grabó el épico "All Things Must Pass" en el que se encontraba, precisamente, la exquisita versión de "If Not For You" de Bob Dylan. Se cierra el círculo.


lunes, 23 de mayo de 2011

Paul Weller: "The Changing man" por Japón

Resulta asombroso el estado de forma de Paul Weller. A sus casi 53 años -el miércoles 25 es su cumpleaños- sigue siendo un músico fundamental, inquieto y experimental, a quien la etiqueta de modfather se le ha quedado definitivamente pequeña. "Wake Up The Nation" (2010) tiene sus cosas -demasiado atrevido, quizás-, pero cuenta con varias joyas marca de la casa y, sobre todo, con la valentía y creatividad de un hombre que ya lo ha conseguido todo y podía estar perfectamente sentado en el sofá de su casa.

Pero no, Paul Weller está hecho de otra pasta. Es " The Changing man", el mod que mira para atrás y, al mismo tiempo, da un paso adelante. Siempre soberbio, como en esta extraordinaria versión por los damnificados en Japón. Aupa Paul!


  

lunes, 16 de mayo de 2011

Andre Williams, ese viejo verde en la sala Sol


Pasados un par de días de su paso por la sala Sol de Madrid, no está de más recordar el simpático concierto de Andre Williams & The Goldstars. El que fuera un hombre salvaje, adicción al crack en los ochenta incluido, terror de las nenas y, en general, chico muy malo del rock and roll, se ha convertido en un entrañable abuelete de 74 años, un señor mayor con mucha marcha que lo mismo reparte besos al público que suelta en un estribillo eso de "pussy" o "motherfucker".

El aitona Williams es, por buscar un referente reconocible, como el Tony Leblanc de los últimos años, el que había rescatado Santiago Segura para Torrente, por ejemplo; un cabroncete viejo verde que más que temor y asco, desprende una extraña ternura que da la risa. Es como si hubiéramos pillado a nuestro abuelo viendo una peli porno a escondidas. Tiene su gracia, ¿no?

Otro punto destacable, otra pata fundamental del show Williams, tiene que ver con su vestuario. En la hora escasa que aguantó su cuerpo encima del escenario, se cambió de traje hasta tres veces, a cada cual más llamativo, al más puro estilo Madonna y de otras divas del pop. Por supuesto, un hombre más arrugado que una pasa y de voz arenosa también tiene derecho a cuidar su apariencia.

Más fotos del bueno (o el malo) de Andre Williams en la sala Sol:








jueves, 12 de mayo de 2011

Jim Jones Revue en la sala Sol: yeah, yeah, yeah!

Más que un choque entre Little Richard y MC5, como se les suele describir, la música de los británicos Jim Jones Revue es, sencillamente, una revisión salvaje y divertida de rock and roll y urgencia punk. Todo lo bueno que se intuye en los discos editados en estudio es mejor aún en directo. Canciones de tres minutos que pasan como una apisonadora y que apenas uno tiene tiempo de bailar. No hay tregua. Una tras otra, una tras otra y así hasta que después de una hora escasa abandonasen la madrileña sala Sol. 

El impacto del concierto que dieron anoche es de lo que dejan huella. Los cinco miembros de la banda londinense salieron de negro y con las camisas de cuello descubiertas como mandan los canones rockeros. A pesar de venir de Londres, su estética y sus gustos musicales son descaradamente norteamericanos, con una formación clásica de rock and roll que incluye un omnipresente piano que no se rompe de puro milagro.

Brutal, simpático y comunicador, Jim Jones es un fantástico frontman. Canta con fuerza y se mueve con soltura y, como se trata de pasarlo bien, invita constantemente al público a berrear "yeahs" y aplaudir. A veces, recuerda un poco a Jon Spencer; será que los rockeros se parecen entre sí o por los pantalones apretados y la gomina en el pelo. El resto del grupo es brillante, poderoso y le imprime un sonido compacto, nada forzado.

El final fue de traca. Tras la clase de ingles con "Elemental", coreado por el público, Jim Jones agarró su guitarra y junto con el guitarrista principal, Rupert Orton, y el bajista Gavin Jay se pusieron en fila horizontal apuntando sus instrumentos al público como poderosas armas de destrucción. Oh yeah!


lunes, 9 de mayo de 2011

El Festival SOS 4.8 de Murcia se vuelve insostenible

Uno ya ha dejado su crónica en Indyrock, pero ésta va sin paños calientes.

Empezamos. El Festival SOS 4.8 de Murcia ha tocado fondo en una cuarta edición marcada por una pésima organización, mal sonido y pocos conciertos memorables, con excepción de MGMT y Suede. En tan sólo un par de años ha pasado de simpático festival pop a una especie de feria de pueblo en la que lo que menos importa son los conciertos. Bienvenida la sal gorda, el brochazo sin límite.


El macrobotellón de la entrada del recinto da una pista sobre por dónde han ido los tiros. Pero es que el comportamiento absolutamente incívico de una mayoría ha sido realmente sorprendente, incluyendo meadas públicas, pisotones, gente trepando por las farolas, malos modales y, lo que es peor, una falta de respeto insólita sobre los grupos. Que no tocas los hits que quiero... pues me marcho a otro lugar. Sin  más.

Eso es lo que ocurrió con MGMT, en el que, paradójicamente, ha sido el mejor concierto del  Festival. Cuando vieron que el dúo de Brooklyn tiraba más por su segundo e infravalorado disco, "Congratularions", el público se marchó pìtando a ver si algún DJ pinchaba algo de bakalao. El grupo se lo tomó a guasa y montó un auténtico karaoke con "Kids": desenchufaron los instrumentos, le dieron al "on" del pregrabado y cantaron la canción con toda la ironía del mundo.

Pero, efectivamente, la gente lo que quiere es bakalao.

Cuesta entender las razones que han llevado a este callejón de salida. Quizás, los precios populares del abono -40 euros por dos días de fiesta no es gran cosa- tienen algo que ver, aunque ésta es un arma de doble filo. Los organizadores quieren que el pueblo llano tenga acceso al fiestival -lo que, por otra parte, es muy loable-, pero es ese mismo pueblo el que traiciona el espíritu y cambia la caseta de Camela por el raca-raca de los DJ. Es un problema de difícil solución, pero habría que empezar por limitar el espacio porque también es una cuestión de tamaño.

Llegados a este punto, cabe poner en duda los objetivos medioambientales de los que presume la organización. ¿Qué hace toda esa basura de vasos, botellas y otros residuos amontonados en el suelo? ¿Dónde están las papeleras de separación de residuos, más allá de la zona de prensa? ¿Por qué no reutilizan los vasos como se hacía en el Summercase o en el Jazzaldi de Donosti?

Por suerte, nos queda la música (y los pintxos, claros). MGMT y Suede, ambos en forma:




  

martes, 3 de mayo de 2011

The Cynics regresan a España


La vuelta de The Cynics a nuestro país está a la vuelta de la esquina. Cuando todavía uno recuerda el magnífico concierto que ofrecieron en la sala Boite de Madrid en octubre de 2009 -lesión auditiva incluida-, la banda de Pittsburgh regresa con una extensa gira el próximo mes de junio. Lo hace, además, con un disco bastante decente bajo el brazo, "Spinning Wheel Motel" (2011),  del que ya han extraído un primer single de presentación, "I need more".

Por otro lado, llama la atención la españolización progresiva del grupo liderado por el guitarrista Gregg Kostelich y el cantante Michael Kastelic. A la sabida relación del primero con una madrileña, hace ya un tiempo que se han unido a la banda dos viejos conocidos de los asturianos Doctor Explosion: Pablo González "Pibli" y Ángel Kaplan.